Algo falla en un país cuando alguien puede ser despedido por secundar una huelga como la del 8 marzo. Una oyente de Hoy x Hoy aseguraba a Toni Garrido que su puesto peligraba por haberse acogido a ese derecho constitucional. Lo más que puede esperar esa profesosora de nuestro sistema de protección social es que Toni, como le prometió, diera repercusión a su caso si efectivamente ponían fin a su relación contractual. Y ahí quedará la cosa. No lo duden.
No nos quedemos en este caso. El actual permiso de paternidad en España es de 4 semanas no obligatorias e intransferibles. La no obligatoriedad es el salvoconducto perfecto. Sería como decir, tienes derecho a 30 días de vacaciones, pero ojo que no son obligatorios y ahí entraría en escena la predisposición de la empresa de turno. A cuántos padres conoce en el sector privado que no se han atrevido a disfrutar del permiso completo o lo han descontado de las vacaciones? Yo a alguno que otro. Así que esto de aprobar derechos opcionales y leyes que nadie supervisa, viene a convertirse en brindis al sol...
Por no hablar de ese 60% de españoles que no cobran las horas extras, pero que la Inspección de Trabajo no detecta, ahora que tan necesitados estamos de cotizaciones para pagar pensiones.
Así pues, vivimos en una España en la que el poder legislativo no se cansa de aprobar leyes, reglamentos y normativas para que cada cual valore si le merece la pena cumplirlas. Y mientras tanto, sacando de las cárceles e incluso ahorrándoles la entrada a corruptos, para hacer hueco a cantantes, tuiteros y titiriteros...
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