martes, 20 de marzo de 2018

AY PENA, PENITA, PENA....

Mientras nos enredamos estos días con la prisión permanente revisable, uno no puede por menos que recordar algunas condenas recientes de casos muy dispares y llegar a la conclusión de que nuestros políticos son unos auténticos prestidigitadores. Y es que el Código Penal aparenta, pero solo eso, estar diseñado para regañar a los ladrones de guante blanco y castigar ejemplarmente a quien robe una gallina con mugre en las manos. Repasamos?
Conviene aclarar que el delito de prevaricación, tan de actualidad últimamente, no conlleva pena de prisión en ningún caso. Así que nuestros gobernantes pueden dictar las resoluciones arbitrarias en los asuntos que gusten, a sabiendas de su ilegalidad, que a lo máximo que arriesgan es a una inhabilitación de entre 3 meses y 15 años, al pago de una multa y la prohibición de presentarse a elecciones.
Para muestra un botón. El que fuera presidente balear, Jaume Matas,  fue
condenado por un delito continuado de prevaricación a la pena de 8 años de inhabilitación para empleo o cargo público. La Audiencia Provincial de Baleares le absolvió del delito de fraude a la Administración, eludiendo así la cárcel. La obra del pabellón multideportivo Palma Arena, por la que tuvo lugar el juicio, salió a concurso por 48 millones de euros, pero acabó costando 110.
Matas coincidiría en el banquillo con
Iñaki Urdangarín en el caso Noos, quien recibió la ejemplar condena de 6 años y 3 meses de prisión por los delitos de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias y sendos delitos fiscales.
Sin abandonar el mundo del deporte, Leo Messi fue condenado a 21 meses de cárcel por defraudar 4,1 millones de euros a Hacienda durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009, al no haber tributado en España los ingresos de 10,1 millones por derechos de imagen.
Más adelante le permitieron incluso conmutar la pena por una multa de 225.000€.
Siguiendo con esta línea ejemplarizante, Emilia Soria tenía 22 años cuando se encontró en Requena una tarjeta de crédito y la usó para comprar alimentos y pañales para sus hijas por valor de 200€. La osadía se tradujo en 21 meses de cárcel por un delito de falsedad documental (los mismos que Messi) y otros 6 meses por estafa. No llegó a pisar la cárcel cuando estaba a punto de ingresar, porque la presión social provocó un indulto del Gobierno.
Luego hay casos en los que tiene que intervenir el Supremo para fijar condena de 3 años y medio al rapero Valtonyc por delitos de calumnias e injurias graves a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas en canciones con acceso gratuito en internet.
Y para acabar, habrán oído ese dicho de que en este país sale más caro robar una gallina que millones del erario público. Pues que se lo pregunten a un senegalés de 37 años que fue condenado a nueve meses de prisión por el Juzgado de Almería por un delito de robo con intimidación en grado de tentativa después de que entrara en un corral y matara con una navaja a una gallina, según él, para comérsela. En ese momento fue sorprendido por el hijo del dueño a quien apuntó con el arma antes de huir del lugar sin llevarse el animal.
Algo no cuadra...

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