En un artículo anterior titulado Menos ladrones y más pensiones, citaba que la corrupción nos costaba 90.000 millones de euros, pero sin profundizar en el asunto.
Para empezar, la cifra no proviene de un partido político de la oposición, sino de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, cuyo Consejo está formado por diez miembros designados por el Gobierno a instancias del ministerio de Economía. Nada sospechoso pues de intentar incomodar gratuitamente a los inquilinos de Moncloa.
Pues este organismo cifró el coste anual de la corrupción en casi un 10% del PIB. Y de esos, aproximadamente la mitad tiene que ver con sobrecostos administrativos por deficiencias en el control de contrataciones públicas. 47.500 millones que se van por el desagüe. Los otros 42.500 ya corresponden a los tipos de corrupción que nos asaltan cada día en la prensa en todas sus variantes.
Hablamos pues de un coste de 2.000€ por español. El equivalente a tres meses de la pensión de viudedad más habitual.
Y qué se ha hecho para intentar paliar este coladero? Pues brindis al sol. El actual Gobierno creó por ejemplo la Oficina de Recuperación de Activos y como prueba de su decidida apuesta, la puso en marcha con una plantilla compuesta por una persona a media jornada. Nada más que añadir.
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